domingo, 15 de julio de 2012

Tormentas solares, energías ancestrales.

La evolución tecnológica se ha acelerado a pasos agigantados en los últimos años, y a velocidades exponenciales. Desde primera herramienta humana, la piedra tallada del Paleolítico, hasta los celulares de hoy, se han convertido lentamente en extensiones de nuestros pensamientos, sentidos y capacidades físicas en todo su esplendor.
Sin embargo, el precio a pagar fue caro: la pérdida sistemática del contacto con la naturaleza. Así como los diversos animales que habitan en el planeta, tienen la capacidad sensorial de poder subsistir a través de la percepción de los cambios en el entorno, los humanos hemos quedado inutilizados casi al máximo. Sólo algunas pocas personas, poseen ese tipo de conexión, generalmente desestimada como una simple intuición.
No es casual, que a pesar de todos estos cambios en la cotidianeidad, la naturaleza nos recuerde literalmente de golpe, que sigue rigiendo nuestras vidas. A veces de la forma más lamentable, como en el caso de los fenómenos relacionados con el cambio climático, del cual somos absolutamente responsables.



Pero más allá de las percepciones más terrenales, como raza humana habitamos un planeta que pertenece a una gran conjunción de cuerpos celestes y fuerzas invisibles. Así como la Luna tiene influencia en las mareas, el Sol además de aportar partículas de luz esenciales para la fotosíntesis, por ejemplo, tiene una actividad incesante como la de este fin de semana. 

El día jueves se inició una tormenta con una erupción solar que envió partículas de alta energía desplazada a 4,8 millones de kph, convirtiéndose en la sexta del año, sin consecuencias relevantes a niveles de su ministro eléctrico y señales de GPS, satélites y comunicaciones por radio de alta frecuencia. El año 2012 se caracterizará por ser uno de los más activos.


La cuestión es ¿Hay algún tipo de efecto que las tormentas solares produzcan sobre nosotros? Así como los días nublados nos tornan reflexivos, y los soleados más activos (algo científicamente comprobado, sin hacer alusión a estados anímicos personales), las tormentas solares tienen los siguientes efectos sobre las personas: 

-Nerviosismo
-Ansiedad
-Preocupación
-Mareos
-Inestabilidad
-Temblores
-Irritabilidad
-Aletargamiento
-Agotamiento
-Problemas de memoria a corto plazo y palpitaciones del corazón
-Náuseas
-Intranquilidad
-Presión prolongada de cabeza y dolores de cabeza


Las personas somos energía, y todo lo que hacemos, desde un pequeño pensamiento, hasta una emoción o actividad, generan movimiento de fuerzas. Según Doug Biesicker, en declaraciones para la BBC "las llamaradas solares y las ondas de fotones están cambiando el tejido de nuestra realidad física, ya que tienen un poderoso efecto en nuestro nivel físico celular, causando que despierte y se esclarezca nuestra memoria celular." 

A nivel astronómico, este es un año con gran actividad, no solo solar, sino también planetaria. Igualmente, es probable que los ciudadanos continúen preocupándose por la inestabilidad del servicio de Whatsapp en los últimos días, que por cuestiones más esenciales, lejanas a la afectación solar que hoy es noticia.

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